Pere Martell, 53 Baixos
comptable-financer
43005 Tarragona
Pere Martell, 57 Baixos
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En los casos de sociedades unipersonales, para la deducibilidad de la retribución de los administradores es necesario que la misma conste en los estatutos, pero no que esté aprobada en la junta general.
Deducibilidad de la retribución a administradores en sociedades unipersonales
En una inspección de los ejercicios 2008 a 2010 del IS de una sociedad anónima unipersonal, se califica el gasto por retribución a los administradores de liberalidad, por lo que se regulariza su situación tributaria al considerarlo no deducible. Según la Administración tributaria, la relación de los administradores era de alta dirección, por lo que se subsume en la relación mercantil (teoría del vínculo), y la ausencia de acuerdo de la junta General de Accionistas aprobando sus retribuciones conlleva un incumplimiento de las formalidades mercantiles y, por tanto, que se considere una liberalidad.
La sociedad, al no estar de acuerdo con dicha calificación, recurre en diversas instancias, hasta llegar el Tribunal Supremo, que le da la razón en base a los siguientes argumentos:
Aunque se discuta la teoría del vínculo (que la condición de administrador absorba o embeba cualquier otra relación de signo laboral, al margen de todas las circunstancias concurrentes) para considerar que la relación que les une a la compañía es de carácter mercantil, a la vista de la jurisprudencia del TJUE (entre otras, TJUE 9-7-15, asunto C-229/14; 11-11-10, asunto C-232/09), no se les puede hacer de peor condición que a los trabajadores que no forman parte del órgano de administración, ni a las empresas que los contratan, a las que en todo caso debe permitírseles deducir la remuneración que les satisfacen.
Tampoco cabe deducir que dicho incumplimiento conlleve la pérdida del derecho material o sustantivo a deducir un gasto contabilizado, acreditado y remunerador de unos servicios onerosos, efectivamente prestados.
Además, en este caso no ha habido incumplimiento de la normativa mercantil, ya que la redacción aplicable en los ejercicios comprobados (LSC art.217 redacc original), no contiene la exigencia de fijación por la junta General de Accionistas.
La regulación actual se introdujo para satisfacer una finalidad propia de protección al accionista minoritario: garantizarle que no son los propios administradores los que, de un modo directo o indirecto, dispongan su propia retribución, el modo de establecerla o su cuantía (LSC art.217 redacc L 31/2014). Esa finalidad es indiferente desde el punto de vista de la Iey fiscal y de la estructura del gasto deducible, en un contexto presidido por el resultado contable y por la exclusión de las liberalidades. En el caso planteado de accionista único dicha finalidad pierde totalmente su sentido tuitivo, ya que la propia estructura accionarial garantiza el conocimiento y aprobación por el socio de la remuneración que por propia voluntad satisface a los administradores. Es el socio el que decide y nombra al administrador, le remunera y luego aprueba las cuentas anuales que reflejan las anotaciones correspondientes.
Así, es desmedida la consecuencia, que carece de amparo legal, de negar la deducibilidad del gasto fiscal (LIS/04 art.14.1.e), exclusivamente por la infracción de la norma mercantil; infracción formal que debe negarse pero que, aun concurrente, se habría producido sin daño para nadie. Por otro Iado, la Inspección también parece sostener que, al incumplir la normativa mercantil, se trata de actuaciones contrarias al ordenamiento jurídico, por lo que el gasto de las retribuciones no puede ser deducible. Sin embargo, en los ejercicios comprobados la normativa fiscal no incluía dicho supuesto como gasto no deducible, y además, según la propia jurisprudencia del Tribunal Supremo, estas actuaciones no pueden equiparse, sin más, a cualquier incumplimiento del ordenamiento jurídico, debiendo evitarse interpretaciones expansivas, puesto que esa expresión remite solo a cierto tipo de actuaciones, como los sobornos y otras conductas similares (TS 8-2-21, EDJ 504547 ).
Teniendo en cuenta todo lo anterior, fija como jurisprudencia:Nota: 1)
Aunque la jurisprudencia se refiere a un ejercicio en el que la legislación mercantil sobre la retribución de los administradores era distinta, consideramos que los razonamientos de la sentencia en gran medida siguen resultando de aplicación y son interesantes, dada la controversia existente sobre esta cuestión.
2) Téngase en cuenta que, para poder deducir la retribución de los administradores no basta con modificar los estatutos, ya que para que dicha modificación tenga efectos frente a terceros, deben estar inscritos en el Registro Mercantil (TEAC 25-4-23).